martes, 14 de febrero de 2012

Aterradora crónica de Juan Gossaín: BP y el derrame en el golfo.

“Cuando el último árbol haya sido talado, el último animal haya sido cazado y el último pez haya sido pescado, solo entonces, el hombre blanco entenderá que el dinero no se puede comer” Profecía de los Navajos de Norteamérica “El petróleo es la sangre de la madre tierra. Cuando el hombre blanco haya acabado con él, vendrá el desastre.” Profecía de los indígenas U´WA de Colombia
Una mañana de mayo pasado, los viejos madrugadores del pueblo de Marytown, perdido en las costas que bordean el sudeste de los Estados Unidos, se levantaron como todos los días a echarles unas migajas de pan a los pájaros marinos que merodean con mansedumbre por los patios y que se han ido convirtiendo en sus amigos. Lo que vieron los dejó espantados: las gaviotas de cabeza negra, que son tan bellas, también tenían negro el plumaje. Del pico les goteaba una mancha babosa. No podían levantar el vuelo de la arena, con las patas hundidas en una masa de chapapote pastoso, como el asfalto cuando se derrite. Una de las gaviotas miró a la gente pidiendo ayuda. Según cuentan los testigos, más allá de la playa, cerca del río, tres garzas morenas habían muerto con los ojos despepitados. El guiso espantoso que navegaba corriente abajo, matando todo lo que se le atravesara, era la mezcolanza de petróleo crudo de la empresa British, que cayó pocos días antes a las aguas del Golfo de México. 

2 comentarios:

  1. Buenas tardes para todos. La crónica de Juan Gossain nos presenta una cruda realidad presente en nuestro país y en el mundo entero. Lo cierto es que día tras día se cometen una serie de graves atentados contra el medio ambiente y se atenta de diversas formas hacia su delicado equilibrio ecológico.

    Hoy en día vemos como las empresas mineras en nuestro país se están apoderando de gran parte del territorio, debido a que las instituciones que deben velar por la conservación del ambiente, han otorgado permisos a empresas extranjeras para que exploten los recursos mineros del país, pero además, lo hagan sin las mínimas normas de seguridad, contaminando fuentes hídricas y ambientes naturales y explotando laboralmente a cientos de trabajadores de las zonas rurales de Colombia.

    Pero lo peor de todo, no es el hecho de que no se ejerzan los controles adecuados, si no la fiel muestra de que al ser humano solo lo impulsa el egoísmo y la codicia, sin que le importe siquiera el hecho de que está forjando un futuro incierto para las próximas generaciones, un futuro donde existan enfermedades y malformaciones causadas por la contaminación de todas las fuentes de agua y alimento para los seres vivos, un futuro en el que aquel azul puro que hizo especial a nuestro planeta y permitió que floreciera la vida en él, desaparezca para siempre y nos deje solo el triste recuerdo de un hermoso hogar que una vez tuvimos y pudimos cuidar, pero que tal vez jamás pudimos apreciar en verdad. Por ello, y de forma similar a como nos lo dicen las sabias profecías de las antiguas culturas, una vez que hallamos destruido nuestro hogar, hallamos contaminado cada gota de agua en el planeta y hallamos desterrado la vida de este bello mundo que habitamos, el dinero será solo papel y metal sin ningún valor y no bastará con tener la fortuna más grande del mundo entero, para comprar el canto de los pájaros por la mañana, el sonido del agua al correr o la vista inigualable de un mundo repleto de vida.

    Así pues, la clave para salvar nuestro planeta y enmendar por lo menos en un porcentaje el daño que le hemos causado, está en tomar conciencia ambiental, en intentar hacer algo desde nuestros hogares para preservar el mundo que tenemos, en guiar cada acción de nuestra vida cotidiana hacia el cuidado del medio ambiente, en aprender y enseñar cómo podemos actuar para ayudar a nuestro mundo, pero igual de importante y necesario que esto, en saber defender lo único que en verdad poseemos en esta vida, de aquellos pocos que piensan que el dinero es la respuesta para todo y pretenden acabar con el planeta entero, sin que nadie actúe para detenerlos. Es verdad que muchos de nosotros pensamos en hacer algo o sentimos rabia cuando leemos crónicas como estas en las que se relata la realidad que vivimos y las injusticias que se cometen a diario hacia nuestro planeta, pero luego solo pensamos "que puedo hacer, solo soy una persona", y hasta cierto punto es verdad, pero lo cierto es que si todos decimos eso día tras día, será verdad, solo seremos personas divididas que no pueden hacer nada solas, pero si en realidad nos unimos, así sea comenzando con pequeños grupos y acciones cotidianas, luchando por aquello en lo que creemos, tal vez un día logremos hacer historia como muchos otros que una vez pensaron que eran solo uno en este mundo, pero que aún así, hicieron la diferencia y cambiaron este planeta para bien. Somos muchos más los que tenemos la capacidad de pensar distinto y proteger nuestro planeta, somos más que esos quienes en medio de sus riquezas se olvidaron que también son una pequeña parte de este mundo y que este planeta al que tanto daño le han hecho también es su hogar.

    Gracias por compartir esta crónica con nosotros, en verdad me pareció un recurso muy importante para aprender y entender la magnitud del daño que estamos causando a nuestro planeta. Espero también sus valiosos aportes al blog del medio ambiente. Hasta pronto :)

    Sandra Gómez.
    Estudiante Cibercolegio U.C.N

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  2. La Madre Tierra



    Nuestra Madre Tierra representa el amor maternal, es ella quien vela por nosotros y nos acoge con gran amor. Nuestra Madre Tierra nos renueva con su gran energía, dispersa en todos lados, basta con que nos percatemos de ello para que podamos en conciencia, disfrutar de todos los dones que ella nos ofrece.

    En la medida que nosotros estemos en armonía con ella, ella nos protegerá y nos dará información para perfeccionarnos junto con ella, de éste modo, nunca nos atacará.

    Tenemos que despertar nuestra conciencia y aceptar que los cuatro elementos de la Tierra están dentro de nosotros, y en la medida en que armonizamos nuestro interior, nos armonizamos con nuestra Madre Tierra.

    El siguiente ejercicio nos ayudará a integrarnos con nuestra Madre Tierra, aprovechando su energía y todos sus dones.

    Ejercicio

    Sentado, respira profundamente, relaja tus músculos, en especial aquellos puntos donde existe tensión.

    Ahora fija tu atención en el suelo, siente su apoyo... visualiza como se conecta con la Tierra... Visualiza la energía que conecta la base de tu columna vertebral con el centro de la Tierra. Percibe la luz dorada que desde allí va subiendo y atraviesa toda tu columna hasta salir por la coronilla de la cabeza...

    Lleva ahora la atención a la cima de la cabeza, percibe que se abre y penetra una radiante luz blanca que viene de lo Alto... el alimento del Cosmos recorre todo el cuerpo... impregnándolo... llenándolo de esa luz que limpia y renueva toda tu energía... concentra tu atención en esta luz y ve como sale por los dedos de tus manos... las plantas de tus pies... y la base de tu columna vertebral... observa como se lleva todos tus males, trasladándolos al centro de la Tierra... al llegar ahí son transformados en una nueva luz dorada que regresa a ti con la energía nueva, renovada... Cuando finalices el ejercicio, incorpórate nuevamente con suavidad, disfruta de este momento de paz y tranquilidad.

    Fuente de consulta:http://www.actosdeamor.com/madretierrapractica.htm

    Darwin Quinchia

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